Estoy leyendo Cartas a Theo y en la edición de Paidós, pág. 99, Van Gogh le habla a su hermano Theo sobre la composición: "Pero que difícil es dotar de vida y movimiento a las figuras, colocarlas en su sitio y separalas a la vez. Este es le gran problema: aborregar......
....A continuación, a derecha, a izquierda, según dónde esté uno situado, la ampliación o el estrechamiento de los lados. En materia de composición, todas las escenas posibles que incluyan figuras, sea un mercado, la llegada de una barca, un grupo de gente ante una cocina popular, o en la sala de espera de un hospital, o en el Monte de Piedad, o persnas paseando y charlando por la calle, todas se basan en el mismo principio del rebaño de carneros (de ahí la palabra aborregar), y todo revierte a las mismas cuestiones de luz, sombra y perspectiva."
Como dice Van Gogh, la luz, la sombra y la perspectiva son elementos fundamentales, imprescindibles para elaborar las formas y desde luego la composición de una obra. Una esfera sin luz y sombra no es una esfera es un círculo, no es lo mismo una pelota que una pegatina aunque tengan el mismo tamaño y color. La luz, la sombra y la perspectiva incluso su materia, su textura nos hablan de objetos distintos, con usos distintos, significados distintos, destinatarios distintos, etc. Si esto ocurre con las formas inertes de un bodegón, por ejemplo, donde lo dificil es dotar de vida a esas formas, cuando se trata de una composición con personas que la vida la llevan puesta, lo dificil, como dice el maesto, es evitar el aborregamiento. Vaya gracia hacemos si a las personas les quitamos la vida y las convertimos en borregos o en formas muertas amontonadas y las formas inertes no conseguimos ponerles "alma". Creo que utilizar la luz y la sobra es obligatorio para una correcta composición con vida y con alma.
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