sábado, 2 de mayo de 2009

UNA COMPOSICION CINESTESICA





Quin Yufen. Silent wind, 2000. CaixaForum Madrid.

Esta instalación (producto tridimensional en movimiento) de la artista nacida en Shandong (1954), se incluye en la exposición que CaixaForum Madrid presentó con el título de “La Escuela Yi. Treinta años de arte chino”.
Colgados del techo se mece levemente un campo (anáfora) de abanicos chinos de varios tonos de color blanco (metáfora) transportándonos a los arrozales de la antigua China. Los abanicos con su peculiar forma casi redonda están realizados en seda (textura) lo que les da mayor sensación de ligereza reforzado por el hecho de estar suspendidos en el aire como flotando (composición).
Lo que llama la atención (punctum) de esta obra es la sensación de calma y serenidad que producen los abanicos moviéndose lentamente a un palmo del suelo, cercanos, casi se puede sentir la brisa que les da vida (sinestesia) y el silencio (punctum).
El silencio y la lentitud provocan en el espectador la calma, la paz, las sensaciones que los occidentales asociamos con la filosofía zen, con la metafísica oriental.
El contraste entre el estilo de vida de las grandes ciudades con ruidos, prisas, stres, y la serenidad de esta obra nos sumerge en otro mundo regalándonos unos minutos de paz y envidiando todo eso de la meditación de la Escuela Yi.
La artista utiliza materiales que son símbolos tradicionales de su cultura: la seda y la caña de bambú, para componer una imagen de paisaje bucólico con sabor oriental.
Esta obra, más que abstracto ( como gran parte del resto de la exposición), responde más bien al arte conceptual, lo que nos da idea de cómo han respondido los artistas chinos al cambio social y cultural de su país.
Esta obra me gusta, porque sin abandonar el regusto oriental, se desmarca de una utilización política de los símbolos, para hacer una utilización sensorial.

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